miércoles, 20 de diciembre de 2017

Construir lo posible con el adversario.

Se avecinan tiempos complicados. En el año 2018 se realizarán elecciones federales y muchas estatales en nuestro país. En este inicio del proceso electoral hemos observado que el agua y el aceite se asocian sin afinar los puntos álgidos en cuanto a las visiones del futuro. Las agrupaciones políticas en nuestro país parecen no tener las intenciones de construir una visión de país, sino solamente ponen atención en los mecanismos que pretenden asegurar la captura de votos por clientelismo; sus estrategias conducidas para obtener votos no difieren mucho de las estrategias seguidas en otros países y que han terminado con gobiernos discriminatorios que promueven el enriquecimiento de unos cuantos.
Esta situación no es privativa de nuestro país, sino parece ser una característica de la sociedad en la que estamos viviendo.
Ante estos hechos, me pregunto: ¿estamos las personas condenadas a no poder definir una estrategia basada en el conocimiento que permita construir, con una visión de largo plazo, un futuro donde se compartan los beneficios, las obligaciones, los costos sin comprometer la viabilidad del desarrollo de otras sociedades y especies animales o vegetales?
Mi visión optimista de la vida me orilla a contestar que no a esta pregunta, y me conduce a proponer estrategias para construir ese futuro donde el bienestar social impere, en lugar del beneficio para unos cuantos como hasta ahora ha sido.
En este sentido en estos textos retomaré algunos temas de discusión para abonar a las posibles soluciones.
Tomaré un ejemplo de la ciudad donde vivo y comentaré sobre el transporte. Primero notemos que el Paso exprés en Cuernavaca fue reabierto, después de haber reparado el famoso socavón, y que hubo ligeras modificaciones sobre la forma de utilizarlo. Hoy se permite el uso de los carriles centrales a la población que viaje entre los extremos norte y sur. Anteriormente los habitantes de la ciduad de Cuernavaca no podían utilizar los carriles centrales que eran totalmente reservados para los vehículos totalmente de paso hacia la Ciudad de México o hacia Acapulco. Esta opción era una de las múltiples sugerencias que se habían propuesto. A pesar de este punto a favor, durante la revisión se hizo evidente que hay segmentos del paso exprés que no cumplen con los mínimos requisitos de seguridad y se han cancelado carriles en algunos tramos; así no todo el tramo del paso exprés tiene tres carriles laterales. Con estos breves hecho, los cuernavacenses tenemos la posibilidad hoy de discutir y con ello definir una verdadera solución modificando la funcionalidad de esta vía de comunicación. Considero podemos proponer verdaderas alternativas que modifiquen el actual modo de operación mediante una discusión amplia con actores sociales, científicos y gubernamentales.


Antes de dar soluciones específicas comentemos sobre el futuro del transporte. En los últimos años hemos recibido las noticias de la experimentación con vehículos autónomos. Sí parece que los automóviles, finalmente, serán autónomos y en un futuro posiblemente carecerán de conductores. Una posibilidad es la implementación de sistemas de vehículos autónomos compartidos (seguramente eléctricos) que brinden servicio puerta a puerta fomentando el transporte individual. Sin embargo debemos reconocer que hoy el transporte de las personas se realiza mayoritariamente mediante el transporte público y la tendencia en la ciudades es el fomento al uso de metros o sistemas de autobuses rápidos (bus rapid transport, BRT). Con estas alternativas habría que discutir sobre la importancia de fomentar también el sistema de transporte individualizado basado en vehículos autónomos eléctricos dotados de inteligencia artificial y con uso de la robótica. Cada vez más podemos ver diferentes opciones técnicas como la propuesta de vehículos que giran el eje de las llantas para poderse estacionar sin la típica maniobra de usar la reversa, sino que solamente cambiando perpendicularmente la dirección del giro de las llantas tomen el espacio mínimo requerido para su perfecta colocación. Mientras un vehículo autónomo está parado puede recargar sus baterías y mediante un sistema análogo al de UBER o Cabify responder rápidamente a su siguiente servicio. Aunque estas últimas alternativas tienen ventajas sobre el actual sistema en el futuro su implementación requerirá de la construcción de nuevas vías para los vehículos y propiciará seguros congestionamientos.
Estos son ejemplos de los temas que debemos discutir. Las bondades y limitaciones de los actuales sistemas de transporte. Seguramente la combinación adecuada de BRT o metros con alternativas simples de movilidad de estos sistemas masivos a los destinos finales serán opciones para la mayoría de los lugares. Un punto importante a considerar es que cada día la edad promedio de las personas aumenta y así será por algunas décadas más, dada la distribución etaria de la población, y esto implica que el transporte masivo también contemple sus necesidades. El diseño de conexiones amigables para todas las diferentes capacidades es importante. Además podemos considerar el transporte mediante bicicletas con asistencia eléctrica o motos en los tramos finales.
Para construir verdaderas soluciones necesitamos contar con datos y podemos empezar a trabajar propiciando que los datos de hoy sean libres. Por ejemplo, los actuales sistemas de ayuda a los conductores (Waze, Maps de Google, o los servicios de UBER y Cabify, etc.) generan una inmensidad de datos que esperan ser analizados; aquí hay tareas para las instituciones de educación e investigación en colaboración con empresas para analizarlos (minarlos) y ofrecer alternativas de movilidad con base en conocimiento.
El transporte público puede también personalizarse, esto parece contradictorio, pero como ejemplo podemos mencionar a Jetty, una compañía de transporte público personalizado que opera en la Ciudad de México, ofreciendo transporte mediante una aplicación con rutas generadas con base en la demanda optimizando los recorridos.
Lo anterior invita a reflexionar sobre las posibilidades de solución de la compleja problemática, que puede cambiar rápidamente, es posible que en 20 años los avances tecnológicos posibiliten otras soluciones. Quizá debamos discutir estas posibles soluciones en lugar de discutir sobre alternativas en las elecciones, desde mi perspectiva debemos enfocarnos más en construir lo posible con adversario que en destruir su visión.

Una primera versión de este artículo fue publicada el día 20 de Diciembre en el periódico la Unión de Morelos.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

El futuro de energías renovables está en nuestras manos


El año 2016 fue el más caliente del mundo registrado, superando 2015 y marcando el tercer año consecutivo de temperaturas promedio récord. Es decir estamos rompiendo el récord de año más caliente cada año. De hecho, de los 17 años más calientes de la historia, 16 han ocurrido en el siglo XXI. Tal como están las cosas, el mundo está en camino de perder los objetivos establecidos en el Acuerdo de París, con casi 1°C de aumento de la temperatura media mundial que hemos presenciado desde la era preindustrial. Por la actividad humana hemos incrementado la temperatura del planeta en forma constante cada año. Para mantenerse dentro de los límites acordados del Acuerdo de París, el mundo solo puede permitirse entre 0,6°C y 1,1°C de calentamiento promedio adicional. En concordancia con este acuerdo, los compromisos de los países, o contribuciones determinadas a nivel nacional, podrían iniciar un descenso de las emisiones en los próximos años; pero no son suficientes para alcanzar los objetivos climáticos. Así que los esfuerzos deben ser fortalecidos y solamente pueden ser satisfechos si empezamos a actuar desde lo individual hacia lo global. Para mi es claro, que los esfuerzos gubernamentales o centralizados han mostrado su ineficiencia y se requiere el compromiso de cada uno de los individuos y para ello es necesario una apropiación del conocimiento de que las actividades de cada persona afecta en lo global.
Es importante conocer que alrededor de dos tercios de las emisiones de Gases de efecto invernadero provienen de la producción y el uso de energía, lo que coloca al sector energético en el centro de los esfuerzos para combatir el cambio climático. Los sectores más grandes emisores de CO2 son la generación de electricidad y la industria, que en conjunto son responsables del 65% de todas las emisiones de CO2 relacionadas con la energía en la actualidad. El 35% restante proviene del transporte, los edificios y la calefacción urbana. Por esta razón, si nosotros nos comprometemos a generar nuestra propia electricidad en el ámbito de nuestro hogar u oficina o industria estaremos contribuyendo sustancialmente a la solución del problema.
El sistema eléctrico actual evolucionó durante muchas décadas con combustibles fósiles en forma centralizada puede ser transformado en uno verdaderamente distribuido. Las nuevas tecnologías de generación de energía requieren un nuevo sistema de electricidad que sea flexible y permita la integración de fuentes variables, como la energía solar y eólica.
La generación de electricidad a partir de estas energías renovables variables fluctúa de acuerdo con la disponibilidad de recursos y puede no coincidir con la demanda. Esto puede causar dificultades para igualar la oferta y la demanda, lo que requiere flexibilidad para enfrentar la variabilidad.
De acuerdo a la opinión de IRENA (Agencia Internacional de Energías Renvables), la participación de la energía eólica y solar en la generación de energía aumentaría al 52% para el 2050, requiriendo una variedad de opciones de flexibilidad para garantizar la estabilidad de la red, incluida la fijación del precio del tiempo de uso, la adaptación de diseños de mercado y nuevos modelos comerciales y de financiamiento.
La generación flexiblilizada y en disminución de combustibles fósiles y la respuesta del lado de la demanda también pueden aumentar la adaptabilidad, lo que permitía mayores porcentajes de energías renovables variables. La integración de microrredes inteligentes en ámbitos locales es una de las tareas pendientes. Una opción de flexibilidad a menudo discutida es el almacenamiento, que hoy en día tiene diversas variantes. En la actualidad, existen alrededor de 4 700 gigavatios hora (GWh) de almacenamiento de electricidad, 96% de los cuales provienen de centrales hidroeléctricas con rebombeo, es decir, hidroeléctricas que en las horas de mayor insolación o de mayor viento rebombean el agua hacia arriba de la presa para poder usar su caida para producir más enerǵia eléctrica.. De acuerdo con IRENA, se esperan 11 900-15 300 GWh de almacenamiento de electricidad para 2030, con solo el 51% de la hidroalmecenamiento. También con las posibilidades que plantea el almacenamiento por batería promedio de 50 kilovatios hora (kWh) en vehículos eléctricos, podrían proporcionar unos 8 000 GWh de almacenamiento para 2030.
El costo de almacenamiento de energía por baterías puede hacerse en forma individual y cada día disminuye; de tal manera que en los próximos años no solamente la generación eléctrica con fotovoltaicos será más barata, como lo es hoy, sino el almacenamiento con baterías será más barato.
Las opciones se están construyendo, hay alternativas económicamente viables hoy o estarán presentes en el corto plazo, solo resta la decisión que debemos tomar individualmente y en colectivo. Impulsemos el uso de las energía renovables con nuestro ejemplo y tomemos el futuro en nuestras manos.


Este artículo fue publicado el día 6 de Diciembre en el periódico la Unión de Morelos.