miércoles, 21 de agosto de 2013

Reforma energética, hacia las renovables

En estos días se está discutiendo el tema de la llamada Reforma Energética y digo llamada ya que la mayoría de las propuestas solamente se refieren a una reestructuración del sector de hidrocarburos y de la generación de electricidad para obtener la máxima ganancia en el menor tiempo posible. Esto corresponde a una irresponsable forma de plantear el abasto energético del país. Las propuestas en discusión son diferentes en la concepción de lo que es el futuro de largo plazo y de la responsabilidad de nuestra generación con el futuro. En esta ocasión trataré de llamar la atención sobre temas que no son profusamente discutidos, ya que la mayoría de los medios aborda el tópico de las concesiones del petróleo y las reformas constitucionales. Aquí, abordaré una perspectiva enfocada a una reforma en el abasto de la energía que propicie un desarrollo sustentable y que enfatiza la localidad de las soluciones sustentables.


Nuestro horizonte de largo plazo está en las fuentes renovables de energía

Como ya he mencionado en estos artículos estamos enfrentando un cambio climático antropogénico causado fundamentalmente por la quema de hidrocarburos para producir energía. La mayoría del consumo de esos hidrocarburos se ha usado para el transporte y para la producción de electricidad, es decir para impulsar un tipo de desarrollo económico caracterizado por explotar los recursos naturales y la mano de obra en una forma autodestructiva.
Al menos para mí, es claro, que a principios del siglo pasado el conocimiento de aquella época del ambiente, de los procesos industriales y en general de los ecosistemas de nuestro planeta no podía augurar el cambio climático y la situación de deterioro ambiental al que hemos llegado. En la actualidad es irresponsable no tomar en cuenta que nuestra voraz forma de explotar los recursos naturales y la fuerza de trabajo son actitudes que comprometen la forma natural en que se desarrollan los ecosistemas. Estos ecosistemas son los que nos permiten la vida tal y como la conocemos, somos parte de ellos y, para propiciar un desarrollo de las personas, debemos conocer sus procesos naturales. Hoy en día, nuestro conocimiento del medio natural y de los procesos económicos y sociales nos indican que este sistema económico no es sustentable y que sus crisis recurrentes pueden terminar en desastres sociales y ambientales.
En mi opinión, una de las causas principales del meteórico desarrollo económico ha sido la densidad energética que se encuentra en los hidrocarburos y su fácil acceso. Sin embargo, ya no podemos argumentar que su uso puede ser continuado a la tasa actual sin influir negativamente en nuestro entorno natural. Tampoco, podemos argumentar que el actual sistema económico basado en la maximización del consumo es justo y equitativo y conlleva a un bienestar social.
Con estas ideas en mente, estaré de acuerdo con una propuesta de reforma energética que realmente apunte hacia un cambio en la forma de utilización y generación de la energía que usamos para satisfacer las necesidades de nuestra población sin perjudicar el posible desarrollo de nuestra y las demás especies que habitamos este finito planeta.
En estos momentos no existe una fuente de energía capaz de sustituir a los hidrocarburos, sin embargo diversas combinaciones de fuentes renovables de energía en diferentes ecosistemas pueden suplirlos en un futuro. La transición debe ser planeada y fomentada.
Dos de las tres principales propuestas de reforma energética mencionan pobremente a las fuentes renovables de energía y se enfocan fundamentalmente hacia la explotación de los hidrocarburos, otra considera importante fomentar el uso de las fuentes renovables de energía y apunta hacia el impulso a la investigación sobre ellas.
Por supuesto, estamos ante un reto mayúsculo: obtener de las dispersas fuentes renovables de energía el equivalente a la altamente densa energía de los hidrocarburos. Además la mayoría de las renovables son intermitentes y nuestro actual patrón de consumo energético no se ajusta a este cambiante suministro. Las dificultades son reales y los retos complicados, pero las herramientas que hemos construido para generar conocimiento han probado su eficacia, es hora de que las usemos pensando en el largo plazo.
En mi opinión, estamos a tiempo para realizar investigación y desarrollos tecnológicos en estas áreas. Los retos son locales, las fuentes renovables de energía tienen características particulares en las diferentes zonas del planeta, sus problemas son relativamente diferentes para latitudes mayores a los 32 grados y México se ubica entre los 14 y los 32 grados de latitud. Las características de sus fuentes renovables de energía son diferentes a las de países como Alemania, EEUU, Japón, Corea, etc. tenemos peculiaridades que debemos entender para resolverlas y también tenemos opciones diferentes que debemos explotar. Estamos a tiempo para diseñar, generar y construir nuestras propias soluciones sin comprometer el futuro de la población que vivirá en esta región del planeta.

Una versión resumida de este artículo fue publicado el día 21 de agosto

2 comentarios:

  1. Muy atinada su opinion en este tema. Es increible que los gobernantes solo piensen en como extraer mas petroleo y no en incrementar la investigacion y uso de energias renovables. Es que no tienen a ningun cientifico en su circulo de asesores? O es que no buscan el beneficio del pais? Cuando la mayor parte de paises del mundo esta apostando por las energias no contaminantes, el nuestro vuelve a quedar mirando el pasado en un esquema colonial: vender materias primas y quedarnos con los residuos de su aprovechamiento.

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  2. Sí tienen asesores pero no les hacen caso (me lo dijo una vez un asesor de un gobernador)... y eso es simplemente porque les vale: carecen de inteligencia suficiente para ver más allá del corto plazo y el bien individual.

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