miércoles, 31 de octubre de 2012

Calaveras sustentables II

Reforma laboral

Ja, ja, reía la avaricia,
Jo, jo carcajeaba la codicia
La Reforma laboral se imponía
para el pueblo era la agonía

Salarios bajos era la consigna
para atraer al capitalista,
importando toda la tecnología
al fin era como en televisa

Sindicatos contra la chaviza
les gustaba más la momiza,
preferente fue la iniciativa
aunque quedó sólo en la repisa.

Ja, ja, reía la avaricia.
Jo, jo carcajeaba la codicia.
La Reforma laboral se imponía
para el pueblo era la agonía

Reforma laboral, pero no equidad;
era de esperar que nada podía aliviar
Los diputados impulsaron la voracidad
El senado la quiso transparentar.

Muerta quedó la Reforma laboral
que Calderón quiso impulsar
preferente fue la propuesta ancestral
indigna de triunfar



Emperador

Talán talán tañía la campana
Boom boom sonaba el tambor,
mientras la población bailaba
en el centro un alegre danzón.

El emperador había concebido
que sólo él era el elegido.
A sus mancebos había escogido
para imponer su solaricidio.

Dale que dale al autoelogio,
mira que mira por su horno,
pide que pide para su negocio,
sólo se quedó en el calabozo.

Talán talán tañía la campana.
Boom boom sonaba el tambor,
mientras la población bailaba
en el centro un alegre danzón.

Un día se sorprendió el emperador
de no ser fundador.
Todo su esfuerzo y deshonor
lo dirigió a ser solarizador.

Los esbirros lloraban al emperador
prendido se asaba al Sol,
mientras sonaba el tambor
¡qué rico está el sotol!


Petróleo barato

El petróleo impulsó la economía,
gran densidad energética poseía
la gente bailaba por su energía
sólo se observaba la economía

Tilín tilín golpeaba el barril.
Zaz zaz atizaba el fogón.
Tilín tilín sonaba el barril.
Zaz zaz también quemaba carbón.

Cantarel se encontró y expiró.
En menos de un siglo se quemó.
México entero se apagó,
todo por no usar el Sol

Tilín tilín golpeaba el barril.
Zaz zaz atizaba el fogón.
Tilín tilín sonaba el barril.
Zaz zaz también quemaba carbón.

Feliz, feliz quedó barril
dejando recuerdos al morir,
la atmósfera con CO2 a sufrir.
Tenemos cambio climático para combatir


Para ver la primera versión de las calaveras sustentables ... aquí.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Insisto: Morelos Solar

Hace unas semanas escribí sobre el reciente hallazgo de que la inclusión de plantas de generación de energía eléctrica a lo largo de la red de distribución puede crear un estado de auto-organización. Ante ello recibí varios comentarios que dudaban de lo dicho; sin embargo, me quedó claro que no se leyó el artículo al cual hice referencia y fue desechado por prejuicios. Los comentarios negativos fueron sustentados por artículos que indicaban que en las actuales redes de distribución eléctrica la inclusión de nuevas centrales producían inestabilidades o por la experiencia en el trabajo en las actuales redes de distribución donde encontramos inestabilidades. No dudo de esos artículos o de la experiencia de los comentaristas, lo que me parece temerario es descalificar una aseveración de un estudio científico sin leerlo. Además claramente, establecí que los estudios de simulación de la red realizada en Alemania “sugiere que en las redes de transmisión reales se requerirán mecanismos de control, pero estos serán demandados por las posibles fluctuaciones propias de los sistemas y no por la inclusión de generación distribuida”. Esta frase indica, primeramente que hoy en día las inestabilidades en los sistemas de distribución demandan controles inteligentes y, además, que el estudio fue realizado en redes inteligentes que ya poseen un sistema de control y donde al colocar plantas distribuidas a lo largo de la red se protegerá la infraestructura de la red misma, en lugar de provocar inestabilidades, como podría suceder en las actuales redes (artículo en PRL). En pocas palabras, es necesario instalar sistemas de control en las redes de distribución para convertirlas en redes inteligentes; además, para proteger esta nueva infraestructura se debe fomentar la inclusión de un número mayor de puntos de generación, es decir, promover que cada edificio, cada casa, genere electricidad y se inyecte a la red para provocar auto-organización. Esto no recargará el trabajo del sistema de control, sino que lo ayudará al auto-organizarse y al mismo tiempo protegerá la infraestructura instalada.
Dado que la instalación de estos sistemas de control es ya necesaria en la red de distribución, el costo no es algo adicional. Importante es considerar que los costos ambientales y de emisión de gases de efecto invernadero deben ser incorporados en estos análisis de costos. Un punto adicional, deberá protegerse la nueva infraestructura y qué mejor opción que propiciando la generación limpia y distribuida a través de sistemas fotovoltaicos que se auto-organizarán.
Además, quiero comentar un artículo que salió publicado en la revista Marketing Science del 20 de Septiembre donde se encontró que la energía solar es contagiosa. Esta frase requiere mayor explicación: en un estudio a lo largo de diez años se encontró que en California la probabilidad de instalar sistemas fotovoltaicos en las casas era mayor cuando más vecinos instalaban estos sistemas. Por cada 10% de incremento en el número de sistemas fotovoltaicos instalados en el mismo vecindario la probabilidad de que un nuevo vecino adoptara la idea de instalar módulos solares crecía en un 54%. Entonces debemos empezar a contagiar nuestros vecindarios para esparcir la enfermedad de la energía solar. La aparición de este artículo en una revista de negocios indica que existe oportunidad para empresarios en el nicho de las fuentes renovables de energía.
Para mi es claro que un sistema fotovoltaico instalado en Morelos producirá una cantidad de energía similar a uno instalado en en California, ya que las objeciones técnicas no se sostienen, se requiere un esfuerzo social para implantar el uso de la energía solar. Actualmente, en México el problema es financiero, ya que el tiempo de amortización de la inversión es entre 9 y 10 años; pero seguramente bajarán los precios si existe una demanda mayor y por lo tanto este tiempo disminuirá.
Ya sé que el problema que más sentimos los mexicanos en la actualidad es el agobiante clima de inseguridad, la inmediatez a la que nos orillaron en este sexenio ha provocado que no veamos al futuro, ya que muchas familias no parecen tenerlo. Sin embargo, considero muy importante reiterar que en Morelos, en Cuernavaca, tanto Graco Ramírez como Jorge Morales Barud comentaron en sus campañas el fomento al uso de sistemas fotovoltaicos y que la comunidad relacionada con las fuentes renovables de energía está lista para contribuir en este proyecto que ayudará a construir un futuro sustentable.
En estos artículos he mencionado muchas veces que el gobierno debe tomar su papel de impulsor del uso de las fuentes renovables de energía. Estoy seguro que pronto tendremos noticias, esperemos atentos y listos a estos próximos avisos para actuar en sincronía.

Ésta es una versión ampliada del artículo publicado el día 24 de Octubre

miércoles, 17 de octubre de 2012

Sostenible o sustentable



En estos días me cuestionaron sobre el uso de la palabra sustentable cuando se hace referencia al desarrollo de largo plazo que contempla los aspectos ambientales, económicos y sociales. Estoy convencido que nos gusta escribir usando las palabras adecuadas. En el ámbito del desarrollo sustentable existe la duda sobre cuál es la palabra correcta sostenible o sustentable. La palabra sostenible en el diccionario de la Real Academia Española se define como un adjetivo que se refiere a “Dicho de un proceso: Que puede mantenerse por sí mismo, como lo hace, p. ej., un desarrollo económico sin ayuda exterior ni merma de los recursos existentes.” (La enmienda dice: "Especialmente en ecología y economía, que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente.") Una revisión rápida de esta definición pudiera parecer suficiente para el propósito descrito. De hecho, yo mismo, por muchos años, usé la frase desarrollo económico sostenible, sin embargo después de amigables discusiones con Manuel Martínez Fernández me convenció que la definición de sostenible no basta para buscar el bienestar de todos. En esas discusiones me comentó que ya desde la década de los 70 del siglo pasado en la Comisión Brundtland de Naciones Unidas se discutían estos aspectos. Aunque fue hasta 1992 que en la Cumbre de Río que se determinó el uso del término sustentable para designar un desarrollo económico diferente. Durante todo este proceso Víctor de Urquidi participó activamente en estas discusiones que concluyeron en la necesidad de incorporar el aspecto de equidad entre las generaciones actuales y futuras en la conceptualización de un desarrollo de largo plazo. La frase: “Las oportunidades y los derechos de las generaciones futuras deben ir acompañados de equidad, de disminución de la desigualdad social” implica que el considerar los aspectos de equidad social en todo momento es fundamental para conseguir la sustentabilidad. La equidad social es un aspecto olvidado por las personas que habitan en regiones desarrolladas; ya sea en Europa, Asia y por supuesto México, el olvido hace que se enfaticen los problemas del ambiente y que se sobrepongan al ámbito social. En la actualidad, en todo el mundo hay personas que no gozan de bienestar, e implantar acciones de protección al ambiente que no contemplen la satisfacción de sus necesidades es también causa de marginación que no puede encaminarnos al desarrollo económico que involucre el uso racional de los recursos naturales y la equidad entre las personas de la generación actual y de generaciones futuras. De esta manera, el desarrollo económico que contemple la preservación de recursos para las futuras generaciones y que además garantice la equidad entre las personas que viven en una misma generación, podrá ser llamado desarrollo sustentable. Víctor de Urquidi lanzó una frase lapidaria al comentar que “El desarrollo sustentable se vuelve así todo lo contrario de lo que ha sido el desarrollo económico hasta ahora...”. En mi opinión, la ausencia de los aspectos de equidad social en la definición de desarrollo sostenible hacen que se requiera enfatizar su importancia y, por ello, el uso del concepto de desarrollo económico sustentable es necesario. Esto ha sido enfatizado por muchos académicos, entre ellos Enrique Leff, Gemma Cervantes y Gian Carlo Delgado.
Es notable que estamos a más de 20 años de la Cumbre de Río y que todavía no se toman acciones efectivas para encaminarnos a un desarrollo sustentable. Aunque claramente hay algunos esfuerzos, por ejemplo, en la promoción del uso de fuentes renovables de energía. En México, parece que la política va en contrasentido de estos últimos esfuerzos. El aviso de que contamos con un nuevo yacimiento petrolero no apunta en dirección de la sustentabilidad del país. Debemos luchar por el fomento al uso de las fuentes renovables de energía.
También quiero dejar claro que en estos momentos cuando la desigualdad social lacera el mundo y en particular a nuestro México, las posibilidades de tomar acciones que contemplen plenamente los tres ámbitos de la sustentabilidad (economía, ambiente y sociedad) puede ser muy difícil. Es más, como lo ha mencionado Manuel Martínez Fernández, hoy es imperioso involucrar el ámbito institucional en estas relaciones para poder construir el nuevo paradigma de la sustentabilidad. Claramente, las instituciones son las encargadas de resolver los conflictos entre los otros tres ámbitos que por sí mismos compiten reclamando la implantación de acciones específicas de promoción a la inversión, de preservación del ambiente y de bienestar social. Necesitamos instituciones que promuevan la información, el uso del conocimiento técnico y científico y la participación ciudadana en la toma de decisiones. En estos momentos necesitamos instituciones que fomenten la participación y ciudadanos responsables que asumamos nuestro papel para construir e implantar planes de largo aliento, sin olvidar la equidad social en todo momento.
Convencido estoy de que el conocimiento científico y la información detallada de las acciones a llevar a cabo y sus consecuencias, son fundamentales para lograr que todos los involucrados puedan tomar decisiones que finalmente redundarán en el tránsito hacia la sustentabilidad.

Una versión resumida de este artículo fue publicado el día 17 de Octubre

sábado, 13 de octubre de 2012

Negro, rosa y verde


-Le mando un rayo solar -decía Juan mientras hacia un ademán con el brazo.
-Y yo le pego con la fuerza del Huracán -gritaba Alex mientras giraba con furia.
Saltando y cayendo como una gran gimnasta Fabiola decía:
-Te pego con mi energía geotérmica.
-Y yo te mando un biogas -decía tímidamente María, la más pequeña con algo de sobrepeso.
Cuatro niños que se revolvían en la arena, junto a las olas del Golfo de México bajo un cálido Sol. En la escena se veían cuatro parejas que, desde distintos puntos, observaban a los niños combatir a un enemigo imaginario, quien, por los ademanes y las cabriolas de los chicos, era totalmente acorralado, derrotado y humillado.
Cerca de la batalla estaban las toallas, las sandalias y algunos juguetes para la arena. Destacaba una historieta con colores muy llamativos; “Solaris vs Barril” se podía leer en la portada.
Era 2005, Año Internacional de la Física. Lo recuerda porque su madre la había llevado a muchos museos y conferencias, algunas bastante aburridas. Una de las cosas más interesantes fue haber ido a Universum, museo que la marcó para estudiar biología y donde compró el comic “Solaris vs Barril” un día antes de salir rumbo a la playa. Ya en la playa, junto con su hermana María estaban leyendo la historieta. Se acercó Juan, con su gorra de ADO, las vio y se unió a la ojeada de la historieta. Recordaba muy claramente al vendedor de los cocos, ese chamaco moreno con una vitalidad y un entusiasmo desbordante con el que compartió aquellas vacaciones en la Costa Esmeralda de Veracruz. Éste también se quedó viendo la historieta junto con ellas. Al preguntar el nombre al de los cocos contestó: Alex Pérez Pérez, con orgullo y porte. Nombre que le extrañó, ya que tenía el mismo apellido. No recuerda cómo, pero de pronto se vieron interpretando a los personajes. Cada uno de ellos escogió a uno de los luchadores técnicos para combatir al rudo Barril.

Negro tendencial
San Francisco CA, 20XX

Este recuerdo de la infancia fue provocado por la lectura de la noticia: “Alex Pérez Pérez, conocido narcotraficante, fue abatido por la policía en su natal Nautla después de un intercambio de metralla de tres horas”. Fabiola estaba triste leyendo las noticias en su antigua iPad sentada bajo el toldo que salía de su pequeño y viejo camper en las afueras de San Francisco CA. Veía la playa y en el fondo una neblina ligera. Eran las 10 de la mañana y al norte se vislumbraba un tenue arcoiris.
Con lágrimas en los ojos recordó a su hermana María muerta hacía unos años de un infarto. María nunca pudo reducir su peso, dado que su afición a la comida chatarra había sido alimentada en la escuela.
Fabiola cambió la aplicación y a través del skype le marcó a su madre, que vivía en la Cd. de México.
-Bueno
-Hola, mamá, ¿como estás?
-¡Ah, hija! yo creía que era una llamada de esos de los bancos para cobrarme lo que les debo. Aquí encerrada y, ¿tú, cómo estás?
-Por aquí bien, descansando, después de una larga semana. Tuve que trabajar 60 horas en la pisca para poder ganar algo.
-Hija... pero tú estás bien, yo aquí no puedo vivir de la pensión, y si no es por los dolaritos que me envías, no se qué comería.
-Shhh... click... click...
-Pinche iPad ... ¿no qué muy bueno? ... siempre fallas, ¿cuándo podré comprar el ultra-iPad, y esta señal que me robo, cada rato me la desconectan...
Fabiola sabía que a continuación su madre se iba a lamentar con ella de no haber podido cuidar más la alimentación de su hija menor, pues se tuvo que emplear en una maquiladora, después de que el proyecto de investigación donde trabajaba fue suspendido por falta de apoyo del CONACyT. La cantaleta repetida por más de veinte años, desde que María fue declarada hipertensa y diabética juvenil.
Transportada a otro tiempo, recordó su último viaje a México y el sentimiento de pena cuando, al subir el autobús en Cd. Juárez, se cayó y desparramó por el suelo su equipaje y con él la foto de su padre, madre, María, Juan y Alex en la playa, único recuerdo de su padre, que se suicido después de haber sido despedido de su empresa en el 2011. En ese momento un chofer se acercó y se quedó viendo la foto. Se presentó como Juan, aunque ahora estaba gordo, con una barriga cervecera, chimuelo y calvo. Recordaron aquellos momentos. Fabiola le preguntó si él era dueños del camión, ya que recordaba que el papá de Juan tenía varios camiones de ADO. En su breve plática, Fabiola, se enteró que debido a la crisis petrolera habían tenido que subir los precios de los autobuses y la gente viajaba menos y ya no iba de vacaciones, el padre de Juan quedó en la ruina. Por eso ahora era chofer de la ruta más transitada Cd. Juárez-México y con ello sobrevivía. Claro que Fabiola comprendía la situación, mientras en los Unites ella viajaba en tren, al llegar a México tenía que cambiar a un autobús que era más caro, feo y nada cómodo.
Fabiola, bajó la mirada, vio como desaparecía la imagen en el antiguo iPad, volteó al letrero que decía: Warning! White shark zone. No swim. Caminó paralela al arcoiris, directo a donde las olas reventaban.

Rosa deseable
Ocotepec, Morelos, 20XX

Este recuerdo de la infancia fue provocado por la lectura de la noticia: “Alex Pérez Pérez y María Sabines, conocidos empresarios de la Costa Emeralda, son premiados por su contribución al desarrollo del ecoturismo de Veracruz y a la creación de empleos de calidad”. Fabiola estaba muy tranquila leyendo las noticias en su Ultra-iPad sentada en la terraza de su casa en Ocotepec, Morelos. Miraba los árboles frutales de su jardín. Eran las 10 de la mañana y al norte se veían las nubes sobre la Sierra del Chichinautzin, y hacia el poniente, la flamante reserva ecológica de Cuernavaca con un tenue arcoiris coronando el Campus científico tecnológico de Morelos donde trabajaba.
Con orgullo y una gran sonrisa recordó a su hermana María, ahora, a veces la bióloga otras la Sra. Pérez, entrada en los negocios y artífice tecnológica de las ideas empresariales de su marido, controlando una diabetes juvenil a través de una dieta rigurosa. María junto con Alex, había generado un claro ejemplo de sustentabilidad en la zona de Nautla, a donde Fabiola y sus padres iban a vacacionar desde hace ya muchos años siendo testigos de como ahí en esa zona había bonanza económica, ambiental y social.
Fabiola cambió la aplicación y a través del skype le marcó a su madre, que vivía en la Cd. de México.
-Bueno ...
-Hola, mamá, ¿cómo estás?
-¡Ah, hija! yo creía que era una llamada de los periódicos preguntado por el modelo epigenético de las pitahayas que hemos desarrollado en el Instituto. Todo bien, y ¿tú?
-Por aquí bien, descansando, después de una larga semana. Estuve trabajando con los agricultores del estado para determinar e implementar las condiciones de sustentabilidad de la región de invernaderos.
-Hija, tu siempre pensando en las aplicaciones, tenías que ser como tu padre
¿Ya viste que le dieron un premio a María?
-Si usé mi Ultra-iPad para leer la noticia.
Fabiola sabía que a continuación su madre iba a contarle cómo gracias al programa de control de alimentos en las escuela y al apoyo del CONACyT de diez años, para el proyecto donde trabajaba, había podido cuidar la alimentación de su hija menor y le había enseñado a comer para controlar tanto la hipertensión, como la diabetes juvenil. Pero no fue así, su madre le dijo:
-Hija... te marco al rato, después de que me hablen del periódico.
-Ok, hasta el rato.
Transportada a otro tiempo, recordó su último viaje al Congreso de “Sustentabilidad Práctica” en Cd. Juárez, ejemplo moderno de desarrollo sustentable, y el sentimiento de pena cuando, al subir al tren supersónico en Cd. Juárez se cayó y desparramó por el suelo su equipaje y con él la foto de su padre, madre, María, Juan y Alex en la playa, bonito recuerdo de las vacaciones que había tenido. En ese momento un señor se acercó a levantarla y se quedó viendo la foto. Se presentó como Juan, aunque ahora estaba calvo, tenía un cuerpo atlético y llevaba en su mano una Mega-Ultra-iPad. Revivieron aquellos momentos en la playa. Fabiola le preguntó a qué se dedicaba, ya que recordaba que el papá de Juan tenía varios camiones de ADO. En su breve plática, Fabiola se enteró que, debido a la buena decisión gubernamental de cambiar el paradigma del transporte y a las becas para estudiar, se convirtió en un ingeniero civil dedicado al desarrollo de medios de transporte sustentable. Por eso, ahora, era director tecnológico de la ruta más transitada Cd. Juárez-México del tren supersónico mexicano y con este empleo estaba en constante contacto con los investigadores de diversas universidades del país para generar soluciones sustentables para este transporte público. Claro que Fabiola comprendía la situación, En sus viajes por los Unites ella se transportaba en un buen tren, pero al llegar a México cambiaba al supersónico que era más ecológico y muy cómodo y que usaba diversas fuentes de energía a lo largo del trayecto, solar en unas, eólicas en otras. En aquella ocasión ambos se alegraron de su juegos contra los rudos en la playa donde conocieron de las fuentes renovables de energía.
Fabiola, bajó la mirada vio como sonaba su Ultra-iPad. Era su madre. Miraba al arcoiris, era otro día apacible y lleno de esperanza.

Verde posible
Cd. de México, 20XX

Este recuerdo de la infancia fue provocado por la lectura de la noticia: “Alex Pérez Pérez conocido restaurantero de Nautla es premiado por su esfuerzo en el uso de la energía solar en su restaurante”. Fabiola estaba muy tranquila leyendo las noticias en su nuevo iPad sentada en la terraza de su departamento en la Cd. de México. Veía a través de la ventana la serranía del Ajusco enmarcada por un arcoiris; eran las 10 de la mañana.
Con algo de lástima recordó a su hermana María que sobrellevaba la hipertensión y diabetes juvenil desde hacía varios años siguiendo la dieta y trabajando como su madre haciendo estudios ambientales.
Fabiola cambió la aplicación y a través del skype le marcó a su madre, que vivía en a unos cuantos kilómetros.
-Bueno ...
-Hola, mamá, ¿cómo estás?
-¡Ah, hija! yo creía que era tu padre nuevamente diciendo que no podía enviarme la mensualidad, ya que su negocio sigue mal. Por lo demás todo bien, ¿y tú?
-Por aquí bien, descansando, después de una larga semana. Estuve soportando a los chamacos de la secundaría. Cada vez me cansan más y la pobre paga es terrible.
-Hija, pero de que te quejas tienes trabajo y estás formando al futuro.
¿Cómo sigue María?
-Ella está controlada ...
Fabiola sabía que a continuación su madre iba a contarle cómo gracias al programa de control de alimentos en las escuelas María había cambiado algunos aspectos de sus hábitos alimenticios, pero siempre comentaba que durante esa época crítica ella la había descuidado por andar buscando trabajo, dado que su proyecto solamente había sido apoyado por tres años.
-... hija te marco al rato, tengo que continuar con el trabajo de evaluación ambiental, de esos estudios cuyos resultados los gobernantes nunca hacen caso y solamente sirven para llenar el expediente de las construcciones.
-Ok, que termines pronto.
Recordó su último viaje a la Costa Esmeralda, donde al subir al autobús al ver al chofer se sorprendió y se cayó y desparramó por el suelo su equipaje y con él la foto de su padre, madre, María, Juan y Alex en la playa, bonito recuerdo de las vacaciones que había tenido; había visto a Juan quién continuaba conduciendo. Fabiola le preguntó: ¿cómo le iba?, ya que recordaba que el papá de Juan tenía varios camiones de ADO. En su breve plática, Fabiola, se enteró que, debido la importación de gasolina y diesel, el negocio de los autobuses tenía menos demanda, pero le daba para subsistir y mantener a su padre y a su hijo; y que, además, Juan compraba biodiesel para su camión. Aspecto que les recordó sus juegos de su niñez en la playa.
Fabiola, bajó la mirada, vio a su iPad y decidió continuar con la calificación de las tareas de sus alumnos.

miércoles, 10 de octubre de 2012

La irracionalidad consumista

El día lunes 8 de octubre asistí a la plática de Luis Tamayo Pérez sobre “El fin de la Era de la Exuberancia”, en el Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM, donde mencionó que el problema fundamental a que nos enfrentamos es que la mayoría de las personas no entendemos el crecimiento exponencial. Esta afirmación sacada de contexto y planteada como lo hago aquí, pudiera no ser entendida con la profundidad que él la discutió, abordando aspectos muy interesantes de la llamada ecosofía. El argumento consistía en explicar que el crecimiento exponencial puede causar cambios dramáticos en sistemas confinados, como la Tierra, donde estamos en un punto de posible crisis ambiental global. Comparto la preocupación de Luis Tamayo por lo que sucederá cuando se agote el suministro de energía barata del que hemos gozado en mi generación y me uno a sus esfuerzos por propugnar por un desarrollo económico sustentable. Aquí quiero ahondar sobre el crecimiento exponencial. El actual modelo económico propone un consumo creciente para tener un desarrollo creciente, esto sólo lleva a un consumo exponencial con la catástrofe para los sistemas confinados.
Déjenme hacer una regresión y contar algo del número e (o número de Euler) que se suele usar para representar el crecimiento exponencial como un ejemplo típico de los números irracionales, es decir, aquéllos que no podemos expresar como el cociente de dos números enteros. Desde la primaria nos presentaron a un número irracional al hablarnos de geometría y calcular el área y perímetro de círculos: el número π (pi). Este número que nos hacen aprender de memoria como 3.1416 y que nos dicen que no es posible escribir todas sus cifras, es un número irracional. El número e=2.7183... también es irracional y por tanto no podemos escribirlo como una razón entre dos números enteros. Entre sus múltiples aplicaciones, este número aparece cuando se trata de describir el interés compuesto. El interés que parece crecer infinitamente cuando abonamos al capital los intereses devengados en períodos de tiempo más cortos. Este número se puede obtener en forma aproximada cuando calculamos el capital resultante de pagar los intereses en tiempos cada vez más cortos. Por ejemplo, supongamos que tenemos $1.00 y que el banco nos paga el 100% anual. Si se calcula el capital más los intereses en un año, se tendría un total de $2.00, en cambio si incorporamos los intereses al capital cada seis meses tendríamos $2.25; si hiciéramos el cálculo cada mes tendríamos $2.61. Esto parece crecer y la avaricia sugeriría hacer los cálculos día con día con lo que obtendríamos $2.71; de hacerlo al minuto se obtendría $2.7183, es decir, el número e con cuatro cifras decimales. Así, podríamos decir que uno de los orígenes de este número es la ambición. Afortunadamente para los que pagamos intereses este crecimiento no conduce al infinito, pero analicemos un comportamiento voraz para ilustrar el consumismo irracional que sí conduce a un agridulce final.
Supongamos que tenemos una pila inmensa de chocolates e invitamos a unos amigos a comerlos. Los chocolates son deliciosos y cada vez deseamos comer más, así que equitativamente convenimos en que todos tomaremos el mismo número de chocolates, pero cada semana cada uno podrá tomar el doble de chocolates que la semana anterior. Dado que tenemos una pila grande de chocolates no nos preocupamos por su agotamiento, aunque el resultado final es que se nos acaban. Déjenme narrarles qué pasaría en las últimas cinco semanas de esta repartición. Cinco semanas antes de que se nos acaben, habríamos consumido solamente una porción pequeña de la pila, solamente 1/32 parte; la semana 4 antes de que se agoten los chocolates, sólo habríamos consumido 1/16. Todavía nos quedarían 15/16, por lo que aparentemente no habría preocupación. La semana 3 antes del colapso ya habríamos consumido 1/8 de la pila. A dos semanas del final, se habría consumido 1/4, pero todavía restarían 3/4. Una semana antes todavía habría la mitad de toda la pila. Finalmente nos quedamos sin chocolates. Esta narración ilustra claramente que si consumimos algo finito de una forma cada vez más creciente el desenlace de agotamiento del recurso es dramáticamente rápido. Esto está pasando en nuestros días, el tamaño de la Tierra es finito, los recursos naturales y los artificiales son finitos, y con la idea de un consumo cada vez mayor no hay cantidad que alcance y el desenlace puede tomarnos por sorpresa.
La semana pasada nos dieron la noticia que a 40km de la frontera con Estados Unidos se encontró un inmenso yacimiento de petróleo en aguas profundas. Esta noticia me recordó la que nos dieron hace cerca de 40 años cuando se anunció el descubrimiento de Cantarell (que en estos días está en vías de extinción) o la noticia de hace un siglo de que había en el subsuelo una fuente inagotable de energía: el petróleo y que con él, el desarrollo económico era inagotable. Claro que lo fue para mi generación, pero no lo será para las que siguen.
El número e es irracional, en mi opinión el consumir los recursos no renovables sin planeación, sin ver las necesidades en el largo plazo, es también irracional.
La apuesta por el uso racional de los recursos naturales es apremiante. Dentro de estas acciones está la promoción del uso de las fuentes renovables de energía. En Morelos, y en México en general, tenemos Sol, usemos la energía solar tanto para producir electricidad como para usos de calentamiento.

Este artículo fue publicado el día 10 de Octubre

miércoles, 3 de octubre de 2012

Generación distribuida provoca auto-organización

Algunas personas piensan que si distribuimos el control de los recursos o las decisiones sobre una situación particular podemos causar desestabilización. En aspectos sociales hay una discusión constante sobre el tema del control; unos apuestan a que éste debe ser tomado por una persona y otros apostamos a que puede ser manejado en forma distribuida. Algunos sectores de derecha remarcarán que debe mantenerse un control centralizado en cualquier circunstancia. Claramente colegas formados en administración por resultados dirán: depende de la situación, con lo cual estaría de acuerdo.
En este artículo aunque no parezca quiero discutir sobre fuentes renovables de energía y elucubrar sobre sociofísica. Sucede que uno de los principales argumentos que esgrime la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para no promover intensamente el uso de la generación distribuida de energía eléctrica es que la red de suministro eléctrico se desestabiliza cuando se incluye en ella generación en muchos lugares. En la actualidad la generación eléctrica en México se basa en hidroeléctricas y termoeléctricas, la política ha sido tener plantas grandes para luego distribuir la energía a través de una complicada red de cables a lo largo de todo el territorio nacional. Así, desde unas cuantos lugares y de manera centralizada se distribuye el fluido eléctrico a los hogares, fábricas y edificios. Parece intuitivo que el control de este fluido eléctrico se simplifica si se tiene pocas plantas generadoras, el peligro de que haya ausencia o sobrecarga en algún ramal parece ser menor al haber pocas plantas. Por otro lado, sabemos que la generación solar o la eólica de electricidad es intermitente. De esta manera, parecía razonable el argumento de que la generación distribuida de electricidad a través de fuentes renovables atenta contra la estabilidad de la red. Esto último pretende justificar la ausencia de su promoción por parte de la CFE del uso masivo de las fuentes renovables. Sin embargo, la idea está en el ambiente: fomentar el uso masivo de sistemas fotovoltaicos y pequeños generadores eólicos. Estas propuestas fueron hechas tanto por Graco Ramírez como por Jorge Morales Barud, actual gobernador de Morelos y presidente municipal electo de Cuernavaca, respectivamente. Sin embargo, las propuestas siempre son frenadas por el argumento de la CFE sobre la estabilidad.
Mi convicción de promover el uso de fuentes renovables de energía en forma distribuida se reforzó cuando leí un artículo aparecido en Agosto de este año en Physical Review Letters (PRL 109, 064101 (2012)), una de las revistas más prestigiadas en física, que estudia la estabilidad de redes de distribución de energía eléctrica. Este articulo muestra que existe auto-organización en las redes distribuidas, lo que aumenta sustancialmente su robustez ante fallas topológicas y evita daños en la infraestructura de ellas. Considero conveniente comentar que estos hallazgos fueron realizados al estudiar la dinámica de un sistema de diferentes resortes (osciladores armónicos) colocados en una red desordenada. Éste es un ejemplo de aplicación de la física teórica al estudio de sistemas complejos. Los resultados se pueden resumir de la siguiente manera: la inclusión de plantas de generación distribuidas en la red no evita que sean susceptibles ante perturbaciones intensas y de corto tiempo; pero las hace menos vulnerables a fallas en las líneas de transmisión. Esto último sugiere que en las redes de transmisión reales se requerirá mecanismos de control, pero estos serán demandados por las posibles fluctuaciones propias de los sistemas y no por la inclusión de generación distribuida. Es decir los sistemas fotovoltaicos distribuidos no serían la causa de la inestabilidad. Como beneficio la generación distribuida le aportará una mayor sincronía a la red gracias a la auto-órganización producida por la inclusión de diversos generadores en la red misma.
Después de leer ese trabajo me quedó claro que estamos listos para ayudar, tanto a Graco Ramírez como a Jorge Morales Barud, en el impulso a los sistemas fotovoltaicos en Morelos y en Cuernavaca (ojalá se animen otros municipios) con argumentos sólidos para contrarrestar las posibles objeciones de la CFE y tener la primera región solar en México.
Por otro lado, este resultado de física de sistemas complejos, abre inmediatamente la pregunta sobre la toma de decisiones distribuida en la sociedad. Para aquellos que trabajan en el ámbito de la sociofísica es claro que un modelo de osciladores con distintas frecuencias de resonancias puede modelar un sistema social en una forma más adecuada que un modelo de ising. En lenguaje cotidiano, los sistemas con diferentes respuestas acoplados en una red pueden reflejar los comportamientos de las personas o entes sociales que responden a los estímulos económicos y ambientales y, por lo tanto, simular algunos detalles de sus interacciones en la sociedad y llegar a mostrar estados de auto-organización, éste es un estudio por hacer. En mi opinión, dado que la generación distribuida tiene fases robustas de auto-organización, también la toma de decisiones distribuida generará auto-organización en una sociedad. Participemos todos (distribuidamente) en la toma de decisiones con base en el conocimiento para resolver los problemas que nos aquejan.

Este artículo fue publicado el día 3 de Octubre